El anverso de la Vera Cruz de San Esteban de Bagà a la Genealogía y Descendencia de los de la Casa y Familia de Pinós (Archivo de los Marqueses de Santa María de Barberà, Vilassar de Dalt). 1620
El reverso de la Vera Cruz de San Esteban de Bagà a la Genealogía y Descendencia de los de la Casa y Familia de Pinós (Archivo de los Marqueses de Santa María de Barberà, Vilassar de Dalt). 1620
La Vera Cruz que se conserva en la iglesia de San Esteban de Bagà es, sin lugar a dudas, uno de los objetos más relevantes de la orfebrería medieval en Cataluña. Los últimos estudios que se han publicado sobre este relicario llevado en fecha indeterminada desde Tierra Santa, han destacado la rareza de su tipología, la vinculación con las peregrinaciones medievales y, especialmente, la relevancia de las inscripciones que presenta tanto a la anverso como en el reverso.
Sin embargo existe una leyenda que vincula esta llegada a Pinós y en unos hechos míticos que tienen que ver con la Primera Cruzada y la fundación de la orden del Temple.
La cruz, de grandes dimensiones (31,3 x 16,3 cm, con pie), contiene en su interior un importante fragmento del lignum crucis, y se encuentra efectuada con alma de madera y planchas de plata sobredorado y repujado. Los últimos estudios proponen que fuera realizada en un taller de Constantinopla -o Palestina- del siglo xii, y la ponen en conexión con ejemplares como el conservado en la abadía de Montecassino, o el estauroteca de Limburg.10 La característica más destacada de el objeto es la presencia de inscripciones en griego en el anverso y reverso de la cruz. En el anverso, a sus cuatro extremos se lee «cruz de Jesucristo, hijo de Dios», mientras que en el reverso, también a los extremos, leemos «Jesucristo vence». La inscripción más importante de todas se encuentra en el cuerpo central del reverso, donde el texto desplegado dice: «[la cruz] en la que, desnudo, despojos el mal, eterno Salvador, todopoderoso Verbo de Dios, los mortales los revistes de incorruptibilidad . De un relicario de oro y plata te rodean los que viven en tu monasterio por su salvación »
Todo indica, así las cosas, que la cruz llegó a Bagà de la mano de algún alto eclesiástico de la región o de algún noble que visitó Tierra Santa en aquel tiempo.
